viernes, 19 de julio de 2013

19 de julio de 1808: Batalla de Baylén

Comenzó de madrugada, tal día como hoy hace 205 años. En nuestra novela "LA VIEJA BANDERA", de próxima publicación en la editorial De Librum Tremens, la acción se sumerge de lleno en la batalla que alcanzaría tal renombre en su época que la noticia de la derrota francesa se conoció rápidamente en Londres, París y Viena. Ofrecemos un extracto de cómo empezó todo, en la negrura de la noche, cerca del puente del río Herrumblar...:

"Alguien iba a decir algo, pero entonces escucharon en la oscuridad unas pisadas de caballo provenientes de este lado del río.

-Schhh...

Se incorporaron los cuatro suboficiales, intentando ver. La luna, en su fase, apenas iluminaba, y la neblina tampoco servía de ayuda. Tiraron al suelo los cigarros y apagaron rápidamente los faroles, previniendo a la tropa. Los más bisoños se azoraron. Al momento, en el camino, surgieron dos figuras que avanzaban con tiento en la tiniebla.

-Mierda, Mamerto -susurró Villarroya.
Bonifacio Ulrich se adelantó un paso.
-¿Quién vive?

Sin respuesta. Las aguas del Herrumblar chapaleaban cerca, agujereadas por las estrellas. Baylén dormía.
-¿Quién vive?
Silencio. Tintineo de metales. Botas aferrándose a la sequedad y el polvo del suelo.
-¿Quién vive?
Hubo un movimiento en las dos figuras quietas hasta entonces en el camino. Una de ellas alzó la voz.
-¡FRANCE!
Dos fogonazos estallaron en la negrura, chispeando en el aire caliente, y por un instante dos rostros crispados y peligrosos aparecieron como fantasmas. Los españoles se echaron al suelo sin que los disparos hiciesen blanco. Al momento, sin darles tiempo a los dos exploradores para retirarse, los suizos de Ulrich respondieron con varias descargas de fusil, matando a los franceses. Los caballos huyeron.
-Ya están aquí, Nemesio. Como tú querías.
-Mamerto.
-¿Mm? 
-Estás loco."

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